miércoles, 16 de enero de 2019

Kierkegaard Y Los Tres Estadios Del Hombre

Kierkegaard Y Los Tres Estadios Del Hombre 

Tal vez el problema sobre el que gira todo el pensamiento de Kierkegaard sea el de cómo dar sentido a la vida. Una vida y tres posibilidades. Situando la existencia concreta en el núcleo de su pensamiento –fue él quien forjó el adjetivo existencial – Kierkegaard, concibe la vida en tres estadios, que (¡mucha atención!) no son tres etapas sucesivas o prefijadas de un itinerario vital, sino cursos posibles para el rio de la vida. O lo que es lo mismo: tres maneras de pensar, de vivir y de actuar concretas y que conducen a maneras de ser y de actuar determinadas. Cada uno de estos estadios, y cada uno de los abismos a que cada estadio nos aboca, implica una relación específica con uno mismo y con el mundo. 

ESTADIO ESTÉTICO: ‘Quiero gozar’, tal es el credo de Johannes el Seductor, el personaje que encarna el estadio estético, bajo el signo de los placeres (In vino veritas). En este estadio el hombre opta por sí mismo. , por su individualidad, por su particularismo. Es el hombre del torbellino de las sensaciones; es una especie de charlatán y coleccionista de instantes. El esteta se crea a sí mismo a partir de nada. Pero el estadio estético en el fondo es ilusorio; la ilusión de la autodeterminación conlleva una huida hacia adelante, que conduce a un impase, a un sentimiento de vana repetición, en el límite mismo de la melancolía.
 ESTADIO ÉTICO: Termina el mariposeo permanente y el individuo opta por la seriedad de la existencia. Mientras lo estético es fugaz, lo ético es duradero. En el estadio ético se sale de la prisión dorada del egoísmo para para entrar en el ámbito de la responsabilidad y el deber. De ahí la apología del matrimonio, emblema del estadio ético, pronunciada por el juez Wilhelm, el buen marido. La unión conyugal es el ejemplo del cuadro sólido de la eticidad asumida en la vida cotidiana. Mientras el esteta cree vivir sin limitaciones, el matrimonio es la asunción de la limitación, de la determinación. Sin embargo, el estadio ético no permite todavía una vida realmente singular, desligada de una comunidad.
 ESTADIO RELIGIOSO: Llegar a ser cristiano, es la cosa más decisiva que le pueda suceder a un hombre (Postescriptum definitivo y no científico a las migajas filosóficas). El estadio religioso coincide con el gran salto a la fe. La fe se entiende como expresión del abandono más absoluto (Temor y temblor). Ya el hombre no se funda en sí mismo (estadio estético), ni en su comunidad (estadio ético), sino en Dios, que es una experiencia del todo distinta de cualquier idea general que pueda hacerse un filósofo. Para Kierkegaard el catolicismo no es ni una doctrina ni un conjunto de dogmas, sino una comunicación que conduce a una gran paradoja: encontrar la eternidad en el tiempo presente. 

Nietzsche Y La Transformación Del Individuo

Nietzsche Y La Transformación Del Individuo 




 La Critica De La Moral Ascética Y La Transvaloración  De Los Valores 

Con este término se refiere Nietzsche a la transformación que ha sufrido el significado de los conceptos "bueno" y "malo". En su origen querían indicar la valoración propia de dos castas o estamentos, dos tipos o formas de ser: los nobles y los plebeyos. Una realidad superior y otra inferior. Por la acción de la casta sacerdotal, que hizo posible la "rebelión de los esclavos", estos términos pasan a tener un significado moral, en el orden de la conducta deseable, y son totalmente invertidos en su significación: los valores nobles son considerados como malos los propios del plebeyo son considerados como buenos y apreciables. Con la muerte de Dios y la llegada del superhombre habrá de producirse una nueva transvaloración de todos los valores que devuelva el primitivo significado a los términos "bueno" y "malo", más allá de la valoración moral y del sentido que ésta les atribuye.



El Superhombre Y El Eterno Retorno 


Para el eterno retorno de lo mismo, es necesaria tanto la generación de algo como su destrucción (la vida y la muerte de los seres vivos, la elevación y la derogación de regímenes políticos, la proposición y la crítica de teorías filosóficas, etc.)
Con frecuencia cuesta aceptarlo y sin duda los modos con los que se produce son siempre muy importantes, pero reprochárselo sin más a la vida, atribuyendo superioridad moral a cualquiera de sus necesidades es, para Nietzsche, algo impropio de espíritus elevados.
El eterno retorno significa la perenne repetición del tiempo, de los instantes, que priva de carácter definitivo a cualquier acontecimiento

Una de las imágenes filosóficas más conocidas de Nietzsche es la del superhombre. No debe entenderse como el reconocimiento de que algún individuo o alguna raza poseen superioridad congénita sobre los demás, sino como una aspiración moral que es necesario sostener para afirmar la vida
Está en el camino del superhombre quien cultiva tanto los valores apolíneos como los dionisiacos, quien se percata de la nada y la muerte de Dios con voluntad de poder, quien se rige por una moral de señores y no de esclavos, quien asume sin resentimiento y con alegría el sentido de la tierra, el eterno retorno de la vida

Kierkegaard Y Los Tres Estadios Del Hombre

Kierkegaard Y Los Tres Estadios Del Hombre  Tal vez el problema sobre el que gira todo el pensamiento de Kierkegaard sea el de cómo dar...